Tradicionalmente una empresa es una asociación de partes interesadas en
obtener algún beneficio económico, ofreciendo y distribuyendo productos y
servicios. La creación de empresas pude surgir del análisis del mercado y del
análisis de la demanda y la oferta de determinado producto o servicio en
determinado instante. Hoy en día son cada vez más las personas que se unen al
mundo de los negocios buscando remuneraciones y beneficios. Para crear una
empresa se necesita primordialmente un capital de inversión y algo que vender. Sin dinero para invertir
es virtualmente imposible crear un negocio y cuando no se cuenta con el capital
de inversión se puede probar opciones como los préstamos bancarios. Solicitar
crédito en alguna entidad bancaria requiere de elaborar un plan de negocio que
sea presentado ante la entidad bancaria con el fin de persuadir y convencer al
banco de que la idea es buena y rentable y que la inversión es segura y que
puede pagarse en el tiempo indicado. En fin, se debe demostrar que los riesgos
son mínimos y para que esto se así se debe presentar proyectos bien pensados y
adaptados a la situación económica, comercial y financiera actual.
Luego de tener el capital para invertir se deben poner en marcha las
estrategias para dar a conocer el producto o servicio y que el mismo sea
competitivo en el mercado. Una buena manera de competir en el mercado es
fijando un precio de venta atractivo que haga a los compradores querer
probarlo. Otra cualidad que ayuda a posicionar un producto es que sea de
calidad.